Soy el feliz padre de mi hermano
Soy el feliz padre de mi hermano
Mi madre cumple hoy un mes de haber parido a mi hermano... leanlo.
Soy el feliz padre
de mi hermano.
Hoy les voy a
contar una historia que si no fuera real bien podría ser el argumento de una
película de amor, o tal vez de ciencia ficción y por que no hasta una de
terror.
Primero déjenme
presentarme tengo 24 años recién egresado de la carrera de diseño textil en una
de las universidades más prestigiadas de México, un tipo como tal vez haya
miles o millones en el mundo, de 173 CMS de estatura y 78 Kg. de peso. Tez
morena, uso barba y bigote, no soy un campeón pero tengo un cuerpo aceptable,
mi herramienta mide 18 CMS y cuando se me para toma una forma de plátano que se
curva hacia arriba firme y dura, una cabeza rojiza y cuando caliente se
amorata. Trabajo para una empresa dedicada al diseño y fabricación de lencería
y ropa interior para dama, de nombre algo así como con guardar el secreto de
una victoria.
Soy hijo único,
vivo solo con una preciosura de mujer que actualmente tiene 1 mes de haber
parido a mi hermano, una mujer con un cuerpo que para el tráfico en medio de
una carrera de gran premio de formula 1, posee unos pechos plenos y firmes de
talla 36 D, hoy día diría que doble D pues están llenos de leche que mi hijo y
yo disfrutamos a raudales, uno porque necesita alimentarse y el otro
simplemente por caliente y cachondo. Sus nalgas son un poema al sexo y al
desenfreno con unas caderas plenas de hembra que nació para el sexo y el amor,
sus piernas son firmes y torneadas con muslos robustos, excitantes. Su nido es
una maraña de pelos negros que ya están adornados con alguno que otro
"copo de nieve" que los hace más apetitosos, más deseables, más
cachondos. Esta diosa del amor es MI MADRE una preciosa criatura que a sus
tiernos 17 años se enroló con un hijo de puta que le hizo un hijo y luego la
botó a su suerte y jamás se volvió a aparecer en su vida. Nunca le conocí y
tampoco quiero conocerle pero sé que envidiaría la vida marital que hoy llevo
con la hembra que durante 9 largos meses espero mi llegada, actualmente cuenta
con magníficos 41 . Con algunas penas y no pocos sacrificios mi madre logro
salir adelante en un pequeño negocio que con ayuda de algunos familiares logro
fundar, con el tiempo se consolidó como una de las mejores florerías de un
exclusiva zona de la capital de México, lo que le permitió pagar mis estudios.
Mi inclinación por la ropa interior femenina se inició desde mi tierna infancia
pues mi madre solía pasearse en sostén y bikini delante de mí sin recato alguno
dado que desde siempre vivimos solos ella y yo.
Al ir creciendo en
edad me daba cuenta cabal de las protuberancias de mujer que mi madre posee,
particularmente me regodeaba en observar sus pechos y sus nalgas pero no podía
pasar por alto sus muslos, así que cotidianamente solía pasar largos períodos
de tiempo observando sus carnes. En algunas ocasiones tomábamos la ducha juntos
y ahí aprovechaba para mirar su salvaje selva de negros pelos que me subyugaban
enormemente. Ya siendo adolescente en alguna ocasión en que se preparaba para
salir con sus amigas fiel a su costumbre de mostrarse ante mi en paños menores
y luciendo un lindo y sexy conjunto de "bra" y tanguita fue que le
dije: "mami que linda te ves, apuesto que no hay nadie en el mundo que
pueda lucir esta ropa como la luces tú. Cuando sea grande voy a diseñar los más
lindos y sugerentes modelos de lencería para que los luzca mi hermosa
madre."
--Ja, ja, ja, ja. –
río mi madre, - caray Paco (mi nombre es Francisco) cuan galante es mi adorado
hijo con su "vetusta" madre, pero hijo si yo que voy a lucir ya en
ropas menores. Pero te agradezco infinito tu comentario.
- Pues luces de
maravilla Marthita , creme que te ves divina, y te aseguro que cuando sea mas
grande vas a lucir mis modelos todavía mejor pues contigo si que se aplica
aquello "que las mujeres y el vino mientras más viejos mejores" y
solté un carcajada alegre. Al mismo tiempo me acerque a mi madre y tomándole
por la cintura la atraje hacia mi cuerpo y le planté tremendo beso muy cerca de
sus labios, tomando la parte trasera de su "bra" la jale y luego le
solté lo que produjo un chasquido en su cuerpo produciéndole un leve dolor; mi
madre protestó dándome un apretón de nalgas y diciendo: - ¿Qué te crees que
haces pilluelo, acaso piensas que soy de palo? – ambos reímos jocosamente y nos
dimos un nuevo y casto beso, ella termino de vestirse y seguí en lo mío hasta
que mi madre salió de casa.
Paso el tiempo y
entre a la universidad a estudiar la carrera de diseño textil donde conocí a un
compañero que resultó ser hijo del dueño de una fábrica de ropa interior
femenina de reconocida marca, algo así como guardar el secreto de una victoria
o parecido. Nos hicimos grandes amigos y un poco después durante una visita a
su casa donde nos reuníamos frecuentemente con el propósito de estudiar conocí
a su padre, el señor me invitó a conocer la empresa y me propuso trabajar como
aprendiz de medio tiempo. Pronto ya estaba laborando en el departamento de
diseño y confección y en ocasiones era yo el que lanzaba un nuevo modelo al
mercado.
El tiempo paso
raudo y sin darme cuenta estaba por cumplir 23 años y casi terminaba la
carrera, mi trabajo era cada ves más intenso lo que me obligó a llevar parte de
éste hasta mi casa, solo que ahí no contaba con maniquís para ultimar los
detalles de las prendas. En ese momento me encontraba trabajando en el diseño
de una línea de un muy sugerente conjunto de "bra" de media copa,
tanguita de hilo dental y ligueros, todo en satín negro, las medias de seda en
color humo. Serían las 12 de la noche y me agobiaba el trabajo pues las
dificultades no eran pocas al manipular la tela sin tener en donde
presentarlas. Mi madre me ofreció un café y la cena al mismo tiempo que
expresaba:
-Paquito, veo que
estas muy apurado en tu trabajo, ¿hay algo más que pueda hacer por ti?
- Bueno la verdad
es que si podrías pero no se si quieras hacerlo….. Mira necesito un maniquí
donde probar estos trapos y talvez tu ….. bueno es decir que si yo…….. Hay que
lío. Mira mejor lo digo al grano: ¿podrías posar con mis diseños para
observarlos y darles los últimos detalles? Mi madre peló tamaños ojos y
sorprendida comento: ¿usar esta ropa delante de ti que eres mi hijo? Vaya con
este pilluelo….. Quiere ver a su madre con una ropa que está de infarto, capaz
de levantar a un muerto de su tumba, porque la verdad hijo querido tus diseños
son un trancazo de sensualidad y erotismo. Son divinos pero muy muy atrevidos y
cachondos, quiero decir sexy. Mira la verdad hace ya algún tiempo que vengo
utilizando los "conjuntitos" que tu diseñas, es más ahora mismo
traigo puesto el modelo "Mata Hari" ( el cual consistía en un
diminuto "tapa pelos" que no llegaba ni a hilo dental, un coqueto
"bra" de media copa con un material muy delicado al tacto, de un
intenso color azul y que era el más atrevido de la colección de la temporada de
primavera) – mi corazón dio un vuelco al imaginar el venerado y admirable
cuerpo de mi madre enfundado en esa prenda, pensar en como desbordarían sus
negros pelos por todos lados del intento de calzón que era el "Mata
Hari". Pensar en sus pechos opulentos con la caricia del material de la
ropa y como se contrastaría su piel con el azul de la misma tela. Fue un
alucine momentáneo que me hizo poner los ojos en blanco e incrédulo exprese:
¿quieres decir exactamente que llevas puesto un "Mata Hari"? no lo
puedo creer madre, pero si es el mas cachondo de toda la colección de ropa.
¿Acaso piensas que
soy vieja para lucir estas prendas? Pues te equivocas bellaco, te voy a
demostrar que tu madre tiene las piezas todavía en su lugar adecuado para lucir
este atuendo y 20 más, ¿ya olvidaste que tu mismo hace algunos años me
ofreciste diseñar "mis trapos" para que luciera mis pechos y mis
nalgas?- sin terminar la frase se abrió su blusa y un par de enormes pechos brotaron
como fuentes cantarinas ante mis ojos. El espectáculo era digno del premio
"globo de oro"; el "bra" apenas contenía a los globos
carnosos que me alimentaron cuando niño. Acto seguido la falda voló por los
aires quedando ante mi la mejor y más grande mata de pelos que cualquier hombre
haya visto en su vida, en efecto el "tapa pelos" se perdía en esa
selva exuberante, un caminito de vellos ascendía hasta su perfecto ombligo.
Dándose vuelta mostró sus nalgas maravillosas en cuyo valle se hallaba incrustado
un minúsculo trozo de tela que no alcanzaba a cubrir el prieto hoyo del culo
del que se desbordaba una no menos abundante mata de negros pelos. La reacción
fue inmediata, mi verga salto furibunda en una tremenda erección que abulto la
entrepierna del pantalón del pijama que utilizaba para laborar en casa, mis
ojos se desorbitaron y de mi boca salió un silbido y una exclamación: ¡¡¡¡madre
mía que culazo!!!!
Las risas de mi
madre llenaron la estancia, dándose vuelta quedo de frente a mí y entonces el
cuadro no pudo ser mejor: sus pechos envueltos en la caricia de 2 listones que
mostraban todo, su concha peluda desbordaba el minúsculo "tapa pelos"
y por si esto fuera poco una expresión de lujuria y excitación adornó su
rostro. ¿Dime hijo te parece que tu madre pueda lucir en este conjuntito?. Por
cierto que quisiste decir exactamente con eso de "que culazo". – me
sonroje hasta los huesos, tartamudeando intenté decir: yyyyo yo dididije quuuue
tututu nnno sssiisii si buuueno quuue tienes un cucuculalazo. Hay que lío, si
la verdad lo dije y lo sostengo madre tienes un culazo de campeonato, el mejor
de todo el mundo, y tus chiches son insuperables, tu puchita, perdón madre, tu
puchita es un poema de belleza, esos lindos pelos que la cubren son una locura.
-Paco por Dios que
cosas dices, recuerda que soy tu madre y no es correcto que me lo digas, sin
omitir que de solo oírte y ver el bulto entre tus piernas ya hiciste que mojara
mi tanguita y tendré que quitármela para no mancharla. –se la quitó y la arrojo
hacia mi cara, un fuerte y delicioso olor a pucha llego a mi nariz y aspire
profundamente su fragancia mientras me la restregaba en el rostro y con la
lengua saboreaba las gotitas que se habían adherido a la diminuta prenda.
-¿Qué haces gran
marrano, acaso estas probando los jugos de tu propia madre?
- No pude evitarlo
Marthita, discúlpame si te molesté pero ….. no pude evitarlo es que tiene un
olor de poca madre y simplemente me deje llevar.
- No. si no me
molesta, lo que pasa es que pensé que tal vez se te apeteciera más tomar
"el agua directo de la fuente" en lugar de solo conformarte con
chupar el almidón del "Mata Hari". - Soltó mi madre una risa nerviosa
y lasciva que me confundió por completo: ¿acaso mi madre me insinuaba que le
libara el chocho?, ¿era verdad que Marthita, mi adorada madre deseaba que su
propio hijo abrevara el caldo de su almeja?.
Fue mi madre la que
rompió el hielo del momento y me dijo con cachondísima voz putona: - ¡dame esos
trapos que quieres que me ponga, dale los detalles que juzgues conveniente,
pero te advierto que el favor no será de gratis, no señor ya pensaré en la
forma de cobrarme!- dijo mi madre de una forma que hizo que se me
"encuerara el chino" y me puso los pelos de punta. -Si claro tu nada
más ponle precio y yo pagaré sin rechistar, te lo prometo. - Repliqué
-Mira bien lo que
prometes que te aseguro que después de esta noche nada volverá a ser igual,
" los demonios están sueltos y han triunfado". – sentenció mi madre.
- Raudo y veloz
puse en manos de mi madre las delicadas y sensuales prendas, de inmediato las
calzó en su egregio cuerpo y mi pito tuvo que pagar las consecuencias, la
erección que me provocó fue monumental, el ver el espectáculo de la diosa del
sexo vestida en el provocativo atuendo enervó todos mis sentidos. Mis manos
reptaron por todas partes con el pretexto de "acomodar" los pliegues
y dobleces de las prendas; pasados 30 minutos de caricias y toqueteos no pude
prolongar por más tiempo mi labor y tuve que anunciarle a mi madre que la tarea
estaba concluida. Para entonces las mejillas de mi madre estaban adornadas con
arrebol intenso, incandescente, maravilloso. Sus ojos lucían un brillo intenso
y lujurioso y su cuerpo trémulo vibraba de los pies a la cabeza.
- Bien Paquito, haz
terminado de hacer tu diseño pero no tu labor, ahora vas a pagar el pecio del
servicio de modelaje y te advierto que no será nada barato: ¡quítate la ropa de
inmediato! – ordenó mi madre. Su voz era autoritaria, perentoria con una
inflexión indescifrable. – me la quité, no tenía otro remedio la orden fue
tajante. Al deslizar mis pantalones del pijama arrastré también camino abajo
mis calzones, la verga endurecida desde hacia una eternidad salto formando un
arco hacia mi vientre, la cabeza húmeda
se encontraba
abotagada con un purpúreo color, mi pecho subía y bajaba con una respiración
acelerada, ansiosa.
- ¡¡¡¡¡DIOS MÍO QUE
DELICIA DE VERGA TIENE MI HIJO!!!!!!,- exclamó mi madre, tráeme para acá ese
pollón de miedo. – me dirigí a su encuentro y a escaso un metro de ella observe
como se ponía de rodillas ante mi para esperarme, la distancia se hizo cero y
mi cuerpo quedó delante del de mi madre. Sus manos se proyectaron hacia el
frente y tomo la verga endurecida de su hijo a la vez que sin dilación ninguna
se le metía a la boca y empezaba a succionar como si mil demonios la hubieran
poseído.
Tome en mis manos
la cabeza de mi madre y empuje mis caderas hacia el frente, mi verga entro
hasta tocar la campanilla lo que le produjo arcadas a marthita pero no soltó
prenda; por el contrario aspiro una bocanada de aire y abriendo hasta el tope
sus quijadas engullo mi camote más adentro. Uno de mis huevos penetró en el
cálido estuche de su boca, el otro fue tomado por la mano de mi madre quien lo
acopo cariñosamente. Moví mis caderas para iniciar un lento mete-saca que ella
disfrutaba con frugal deleite: - Así cabrón muévete, dale caña a tu madre,
¡méteme la verga hasta el fondo!. – no pude tolerar por mucho tiempo la sublime
caricia y con un potente grito alerte a mi madre la llegada de mi orgasmo. – me
vengo, marthita ¡¡¡me vengo, te la doy, te doy la leche!!!!. – ¡¡Dámela mi
amor, lléname el hocico de tu leche, me trago toda tu venida mi niño querido!!,
cogedor de "madres indefensas" , que pollota tan deliciosa que tienes
mi hijo. – y me vine abundantemente. Mi madre apuro hasta la ultima gota de
semen, se levantó y me beso… un beso con sabor a semen, a semen mío, salido de
mis propios huevos, ahora ya se que quiso decir aquella canción de "Sabor
a mi". Disfrute del beso como nunca, mis manos se posaron en las nalgas de
mi madre y la atraje firmemente a mi cuerpo, nuestros sexos quedaron frente a
frente y la cabeza de mi polla tomo contacto con la abertura del conejo de la
autora de mis días. Sentí su humedad en la cabeza del cipote y su respiración
entrecortada y caliente hirió mi cuello, sus manos trémulas me apretaron hacia
si misma, con voz plena de deseo
ordenó:
¡¡¡¡métemela, métemela ya no puedo esperar ni un segundo más!!! – empuje mi
cadera hacia el frente no sin antes flexionar un poco las rodillas, mi verga
rectificó el ángulo y la cabeza quedo apuntando al hoyo del conejito de mi
madre. Con certera puntería mi chorizo inicio de manera contraria el camino que
años atrás había recorrido en sentido opuesto, esta vez no salía de la vagina
de mi madre, no, esta vez ¡ENTRABA! mi pito se perdía cada vez más en el
caliente y jugoso túnel de mi madre. Sus pelos se enredaron con los míos y la
penetración fue total, absoluta, hasta el fondo del vientre que me dio la vida.
Ambos iniciamos un movimiento oscilatorio y furioso mete-saca cada vez más
fuerte, cada vez más rápido, cada vez más profundo. Su boca busco afanosamente
la mía nos fundimos en un beso amoroso, intenso e incestuoso, un beso de madre
a hijo, un beso de amantes locos de lujuria y pasión. El orgasmo de mi madre
arribo avasallador, el fuego calcinó su deliciosa verija, caudalosos ríos
desbordaron su agujero y bañaron del néctar de los dioses mis cojones.
"Como cuchillo en mantequilla" mi vergajo entro mas profundo, con un
último impulso mi garrote abrió el camino hasta el útero materno y mi venida
colosal llenó sus entrañas hasta el tope, al mismo tiempo que un grito
atronador broto por mis labios: ¡¡¡ me vengo, te la doy todita, madre mía te
lleno con mi leche ahhhhhhhhhhgggggg! y erupté el volcán incandescente de semen
que acumulaba en mis huevos. – Así mi amor lléname de ti, ¡¡¡hazme un hijo,
date a ti mismo un hermanito!!!! No pares, sigue, cógete a tu madre hasta que
le revientes la panocha en mil pedazos. -Continué moviendo la verga otros instantes
más pero la fuerza faltó en mis piernas y arrastrando a mi madre en la caída
rodamos por el piso sin soltar nuestros cuerpos ni permitir que mi verga
saliera de su entraña.
- Mi vida que clase
de cogida le haz dado a tu madre, quiera dios que tu semilla germine en mi
vientre, te amo tanto que lo mejor que pudiera pasar en este momento es que me
embaraces amor mío. – Sello su boca a mi boca y gruesas lagrimas de felicidad
rodaron por su bellísimo rostro. Apure a secarlas con mis labios al mismo tiempo
que le decía a mi madre: -" Yo también te amo madre mía, marthita de mi
vida, también deseo un hermanito, un hijo nuestro que venga a perfeccionar esta
unión sublime de madre e hijo. Un incesto bello y amoroso, un incesto de
madre-hijo, no habría nada mas bello en este mundo, madre mía ¡¡¡¡dame un hijo,
te lo ruego, dame un hijo-hermano!!!!!.
- ¡¡Claro que te lo
doy!!! Si no es ahora será mañana o el lunes o el martes porque desde hoy me
cogerás todos los días hasta el fin de los tiempos y no descansaré hasta que mi
vientre sea una enorme panza de embarazada, una panza que en su interior geste
al hijo de mi hijo, un hijo incestuoso que selle para siempre nuestro amor, así
que, ¡ hala, A coger se ha dicho, méteme la verga otra vez y hazme ese
hijo-hermano que tanto deseas!!!.
De solo oír esas
palabras mi herramienta recuperó de nueva cuenta su poderío y sin dar tiempo a
nada le clavé mi acero hasta el fondo. El ariete entraba y salía, mi madre solo
pujaba de la intensidad de la clavada. Cuando nuestros pelos se juntaron un
alarido brotó de ambas bocas, Marthita tomo mis nalgas y me atrajo hacia ella
suplicando : ¡¡lléname de leche, quiero un hijo tuyo!!!. – La complací con sumo
gusto. Mi leche broto por el tubo de mi verga, un potente surtidor se abrió en el
vientre de mi madre y mi semilla salió en busca de la suya para fertilizarla.
Mas tarde con los
cuerpos desechos de cansancio, el de ella pletórico de semen y el mío mas seco
que un desierto. Tomados de las manos nos dirigimos a su habitación y nos
botamos en su lecho, ahí mi madre me pidió amorosa: - "Paquito por favor
méteme la verga, no dejes que se me salga tu semilla, permite que hoy me quede
preñada en esta nuestra noche de debut, quiero iniciar este romance con un
embarazo que dentro de 9 meses nos de la dicha de un hijo, tengo que decirte
que hoy precisamente estoy ovulando, por eso es que mi calentura esta en todo
lo alto y quise que me cogieras, no fue deliberado pero si deseado en su
momento, ¿te imaginas la dicha para ambos con este hijo nuestro? Tú serás papá,
yo seré mamá, tú tendrás un hermanito y yo tendré un lindo nieto ¿puede haber
algo mas bello en este mundo?.
Tal cual lo
solicitara mi madre metí mi verga en su panocha hasta el fondo formando un
tapón carnoso que impidiera la salida de mi semen de su cuerpo. Abrazados
dormimos por espacio de 8 horas, al despertar con mi verga dentro del conejo
peludo de mi madre le escribimos una nueva "carta a la cigüeña" y mi
semen fue otra vez depositado en el vientre de mi madre. Me levanté tomé una ducha,
desayune un café con pan tostado y tome las prendas recién diseñadas la noche
anterior, misma que destaparon entre ambos la lujuria de esa noche inenarrable.
Mi madre permaneció más tiempo en la cama asegurando que no quería que una sola
gota de mi semen saliera de su chocho hasta que hubiera cumplido "su
trabajo" y la bendijera con su preñez. Así que me despedí de ella con un
beso en los labios y tomé mis cosas para dirigirme con rumbo del trabajo y
posteriormente a la universidad. Cuando llegue en la noche a la casa mi madre
me esperaba en otro de mis diseños, esta vez le toco turno a "caperucita y
el lobo feroz" ridículo nombre para una prenda candente y sugestiva:
conformaban a el atuendo un mínimo baby-dol de color rojo, una "chiqui
tanga todo al frente, nada atrás" (hilo dental), un ligero y medias de
seda, por supuesto todo en color rojo, (de ahí el nombrecito) se veía
espectacular. -¿Cómo te fue? – me preguntó- de maravilla, contesté.
Los modelos
gustaron mucho y serán lanzados la próxima semana, ¿quieres saber el nombre que
sugerí para la colección?. – Solo si tu quieres decírmelo mi amor.
-Pues bien la
colección se llamará ¡¡¡¡¡ INCESTO!!!. No podía creer la expresión de los ojos
de mi madre, luego de la sorpresa estalló en carcajadas diciéndome: -¿Tiene que
ver algo con lo de anoche para que le pusieras ese nombrecito a tus diseños?.
-¡¡Por supuesto que tiene que ver, es por ti madre adorada que le di ese
nombre, que mejor nombre que el del momento más feliz y sublime de mi vida!!!.
Amorosa mi madre se
acerco hacia mi y con voz seductora me pregunto:-¿Cenamos primero y luego me
coges o cogemos primero y luego cenamos?.
-Reímos de buena
gana ante su ocurrencia y luego de alabar su vestimenta le dije a mi madre
cuanto la amaba y que bella se veía enfundada en la "caperucita".
Cenamos con una botella de vino para brindar por nuestro amor y degustamos las
ricas viandas que ex profeso para la ocasión mi madre había cocinado. Tomamos
un café para "hacer digestión" pero el "horno no estaba para
bollos" y el de mi madre ardía de deseos por comerse un salchichón como el
mío, así que putonamente me susurro al oído: -¿Tendrás para tu madre un
postrecito?, ¿Tal vez un rico plátano con crema servido en mi horno? – -No
contesté. Simplemente la tome en mis brazos y le levanté en vilo, a grandes
zancadas recorrí la distancia que nos separaba de nuestro lecho, la tire sobre
éste y a mordidas le arranque sus ropas diminutas, desgarré las mías y desnudos
nos devoramos a besos y lamidas por todos nuestros cuerpos. Bebí sediento los
jugos de su sexo, devoró el mío, hicimos un 69 de antología pero no me permitía
venirme, no, nada eso mi leche solo le pertenecía a su hambriento coño. No
estaba dispuesta a desperdiciar mi semilla "en infiernitos", -Primero
lo primero"- decía ella. – Ya habrá tiempo de gozar en todas sus formas
del sexo. Primero ¡PRÉÑAME! Luego podrás tomar mi boca, mi culo o lo que
quieras de mi pero ¡¡¡VAMOS PRÉÑAME YA!!!. – Me la cogi con placer, con furia,
con desesperación. Mi leche le inundó su caverna de pelos negros y abundantes,
su rosado hoyo quedo como "jarro atolero" llena de mecos blancos y
espesos que habrían de cumplir la divina tarea de procrear a nuestro hijo. La
follé con amor y con placer, un amor incestuoso y pleno que daría como lógica
consecuencia de nuestra lujuria un fruto en su vientre: ¡¡¡ NUESTRO
HIJO!!!!! .
Dos veces la goce
en esa noche, mil veces más durante las siguientes, siempre fallábamos en
nuestra cama y dormía con mi verga dentro de su cueva, nunca quiso desperdiciar
nada de mi leche. Justo cuando cumplimos 2 meses de loco e incestuoso amor de
madre e hijo ella tuvo una leve dolencia: el mes anterior no se presentó su
período así que sospechó que estaba embarazada. Presurosa acudió a consulta con
el médico quien luego de algunos exámenes le dio la gran noticia de que
efectivamente su sospecha estaba confirmada: ¡¡¡estaba embarazada de mes y
medio!!!!, feliz corrió a comprar lo que sería su nuevo guardarropa; batas de
maternidad, pantalones holgados, zapatos de piso, etc. Llego presurosa a casa y
preparó una "cena íntima" y se vistió seductoramente para esperar mi
llegada de las labores de cada día. La casa lucía hermosa, adornada con flores
y una sutil fragancia a exóticos aromas llega a mis sentidos. Confundido, poniendo
cara de idiota temeroso de haber olvidado alguna fecha, luego de un tierno y
delicado abrazo y un beso en la boca le pregunte : ¿celebramos algo?.
-¡¡¡Claro que
celebramos algo mi rey….. ¿No te imaginas que celebramos mi amor?. – respondió
mi madre. – Acercando su cuerpo enfundado en la combinación Mata-Hari que había
sido el detonador de nuestra incestuosa pasión, se acuno en mis brazos, levantó
su cara y me ofreció sus labios ,los cuales bese apasionadamente. Entonces y
sin preámbulo ninguno gritó feliz a todo pulmón: ¡¡¡¡¡¡VAS A SER PAPÁ!!!!!.
-No podía dar
crédito a mis oídos. La frase retumbo en mi cerebro, incrédulo inquirí a mi
madre: ¿Qué has dicho madre?. – Lo que oyes tontito: ¡¡¡¡¡¡¡ VAS A SER
EL PADRE DE TU HERMANO, ESTOY EMBARAZADA Y ESPERO UN HIJO TUYO, UN HIJO MÍO, UN
HIJO NUESTRO. UN HERMANITO PARA TI, MI AMOR; UN HIJO PRODUCTO DEL INCESTUOSO
AMOR QUE NOS TENEMOS, BUENO TAMBIÉN ES EL PRODUCTO DE LAS GRANDES Y DELICIOSAS
COGIDAS QUE NOCHE A NOCHE ME HAZ BRINDADO AMADO MÍO, UN NIETECITO PARA TU CACHONDA
MADRE!!!!!!..
La noticia me lleno
de un gozo inenarrable, brinqué, lloré de la emoción, bese sus labios, la
abracé estrechamente contra mi pecho. Sorbí las lagrimas de dicha que emanaban
de sus lindos ojos, bailoteamos por toda la estancia de nuestro nido de amor.
Fue entonces que me detuve a admirar su figura, lucía esplendida en el Mata
Hari que vestía, se veía soberbia.
Intente poseerla en
ese instante pero detuvo mis impetuosas caricias, me tranquilizó diciendo
dulcemente: - Espera amor, espera un momento; también te deseo con locura pero
la noche es muy joven todavía, mañana es fin de semana y no tendremos que
laborar, celebremos este momento "como dios manda", como dos
enamorados, como solo tu y yo podemos celebrar: "una madre que esta
embarazada de su propio hijo, una mujer que espera al hijo de su
"machote", una abuela que con ansias espera la llegada de su nieto,
un hijo que espera la llegada de su hermano y un padre que espera la llegada de
su hijo". Faltan aun 7 largos meses para ver el fruto de nuestro
incestuoso amor y lujuriosa pasión. Cenemos y brindemos por tan portentoso
momento de dicha. Luego…luego seré tuya como quieras. No más limites, no más
trabas, mi cuerpo es tuyo para siempre, hazme el amor como y por donde quieras,
ya haz hecho "tu trabajo", llevo en mis entrañas a tu hijo. Pero te
recuerdo que habrás de ser gentil, pues tenemos que cuidar a nuestro hijo.
- Cenamos y
brindamos, con moderación por supuesto no olviden que mi madre estaba
embarazada de mi hijo. Bailamos muy juntos, estrechamente abrazados, nos
besamos con pasión y en una entrega total. El tiempo pasó y la calentura subió
aun mas hasta que explotó el deseo contenido; con voz temblorosa anuncié a mi
madre: ¡madre no soporto más, quiero cogerte en este instante, deseo enterrar
mi verga hasta el fondo de tu glorioso cuerpo. A lo que mi madre respondió
pícaramente: - ¡¡CÓGEME, CÓGEME YA. TAMBIÉN ARDO DE DESEOS POR TU VERGA, HIJO
MÍO!!!.
Y me la cogí, le
lancé un tremendo chorro de semen hasta el fondo de su concha. Descansamos un
momento y reiniciamos nuestro juego; luego de besar amorosamente su cochito
para limpiar con mi lengua su agujerito deje deslizar con maña mi boca hasta el
apretado, peludo y negro hoyo de su ano. Su culo se frunció ante el inesperado
ataque, sin embargo luego de la sorpresa se relajó y permitió mi bucal caricia
"por la puerta trasera". -¿Qué te propones briboncillo?, ¿es que vas
a reclamar tu "derecho de vía" por mi retaguardia?..... ¿Deseas mi
culo verdad cabrón?.
-¡¡Claro que lo
deseo!! – respondí. Voy a tomar lo que es mío, espere este momento desde hace 2
largos meses y hoy voy a romperte el culo. Te voy a meter mi verga por el ano,
voy a hacerte gozar como nunca. No tengas pendiente, seré gentil pues no quiero
lastimar a nuestro hijo…. ¡date vuelta madre mía!. Mi madre se volteó y su ano
quedo a mi entera disposición. Mi boca se apoderó del prieto agujero y mi
lengua se enterró tan profundamente como le fue posible. Saboreando el
delicioso sabor del culo de mi madre mi lengua ensalivaba bastamente su
conducto anal, no quería lastimarla por lo que concienzudamente me di a la
tarea de ensanchar su reducido y apretado canal. Metí primero un dedo, luego 2,
besé y volvía a besar su culo….. De pronto en un acto involuntario un sonoro
pedo escapo de su intestino, mi madre avergonzada trató de disculparse. La
detuve. Le dije no te apenes mamá, no paso nada, más bien creo que tu hoyito me
recibió con un "cañonazo de bienvenida". Ante tal puntada ambos
reímos felices. Mi madre dijo: - Creo que tienes razón amor, mi culo te da la
bienvenida, pero espera, a tan distinguido "visitante" hay que
recibirlo con todos los honores y para el efecto se tienen que tirar 21
cañonazos. -Casi sin terminar la frase otro rico, sonoro y oloroso pedo hizo
blanco en mi boca y nariz. Lo aspire gustoso, probé su acre sabor con
delectación y me dispuse a esperar el tercero. Llegó el último pedo; no había
más gas en las tripas de mi madre. Ante el esfuerzo de tirar el cuarto sin
lograrlo un sorrete de mierda de sólida consistencia apareció en la puerta de
su ano. Lo tomé en la boca y con placer inusitado lo mastiqué, rumié por mucho
tiempo el trozo marrón salido de la tripa de mi madre; lo tragué. Fuera de
control seguí lamiendo su culo, deseaba más mierda, quería al menos otro delicioso
pedo, no lo hubo. Entonces mi madre me apremio: - ¡¡¡¡¡ déjate ya de pendejadas
y clávame la verga hasta el fondo de mi culo que estoy que bramo!!!.
-De rodillas tras
de mi madre, en la posición de "perrito" introduje primero la cabeza,
mi madre se quejo brevemente, luego 5 centímetros del palo siguieron camino
dentro, luego otros 5 y finalmente la verga entró en su totalidad. Mis pelos
rozaron el nalgatorio abundante de mi madre, señal inequívoca que estaba
totalmente empalada. El mete-saca no se hizo esperar y con ímpetu pero con
delicadeza por su estado grávido comencé a cogerla por el culo. Ambos
disfrutamos hasta el delirio, mis manos se apoderaron del capullo de su
clítoris que frotaba dulcemente para aumentar su goce, ella correspondía
apretando el culo para aprisionar mi verga. Una reacción en cadena se desató:
mi madre se vino en un poderoso orgasmo que baño mis manos, en el paroxismo de
su venida estrangulo mi verga con el anillo del esfínter de su ano. Sin poder
soportar más tiempo esa caricia mi verga explotó en un río de lava ardiente que
regó las paredes del recto de mi madre. Lloramos de felicidad, no besamos. Me
salí de su culo, del ojo de mi pito aun escurrían algunas gotas del blanco
liquido de mis huevos. Mi madre solícita y amorosa se ofreció a limpiarme la
verga con la boca. Me tendí de espalda al piso para facilitar su accionar, ella
se trepó a mi cuerpo quedando en la posición 69. El culo abierto y chorreante
de mi leche quedo expuesto ante mis ojos, la boca de mi madre tomo la verga morcillona
y la llevó hasta su boca, introdujo el cipote y lamió con dulzura la cabeza
dándole la limpieza que mi verga requería. No pude resistir la tentación al
manjar que tan cerca de mi boca se ofrecía, mis labios trémulos se apoderaron
del ano rezumante de mi madre, bebí mi leche que escurría del fondo de sus
tripas. Como premio a mi labor y mis caricias mi madre me regaló una tanda de 5
gloriosos pedos que inflaron mis cachetes llenando también los pulmones con el
delicioso aroma. Mas tarde al seguir libando leche, mi leche de su culo, un
pujido cachondo y desesperado me anunció la salida de mi premio: un GRAN TROZO
DE MIERDA DELICIOSA, compacta, exquisita. Lamí la puerta de salida de su
cagada, ella pujo otro poco y por fin su ano liberó mi trofeo. La mierda llego
a mis labios calientita, fresca, recién salida de las tripas de mi madre. La
olí, la lamí, mastique el churro marrón con infinito placer luego de
masticarla, luego de extraer de ella su celestial sabor… ¡me la trague!!!.
Mientras tanto mi madre continuaba mamando mi garrote, había vuelto a la vida.
Una nueva erección ponía duro el juguete de mi madre, paso su lengua por el
surco de la cabeza lo que motivó que saltara, mis sentidos se agudizaron y toda
mi energía fluyo por mi palo enardecido, solté un chorro de esperma en la boca
de mi madre, marthita apuro hasta la última gota de mi venida y después de
saborear su gusto algunos instantes ¡¡ se la trago!! –Gracias hijo mío, gracias
por este placer que solo tu sabes darle a tu madre.
Con un último
lengüetazo me disponía a abandonar el culo de mi madre cuando me anunció: -No
te vayas todavía mi amor, antes debes de probar también el vino que mis riñones
quieren ofrecerte. – Diciendo y haciendo comenzó a soltar su orina hasta mi
boca abierta y expectante, el ambarino y cálido licor la lleno y rebosó, apuré
trago a trago todo lo que mi querida madre me lanzaba, le pedía que cortara la
meada, luego que siguiera para poder beber otro estanco hasta que su vejiga no
tuvo más vino que ofrecer, se quedó completamente seca y vacía. Todavía tuve
oportunidad de lamer 3 o 4 gotas que pendían del enjambre de pelos del coño de
mi madre.
Exhaustos caímos
uno al lado del otro, la pasión no daba más, amorosos nos incorporamos
ayudándonos mutuamente, tomados de las manos nos dirigimos a la ducha y tomamos
un baño para lavar y relajar nuestros ya maltrechos cuerpos poniendo fin a la
celebración del embarazo de mi madre.
El tiempo paso y el
embarazo transcurrió sin sobre salto alguno, cogíamos con frecuencia pero de
manera delicada. Frecuentemente mi madre acudía a sus exámenes y
reconocimientos prenatales para asegurar que todo estuviera bajo control. Así
llegamos a las 39 semanas de embarazo, cerca de 2 días antes de la fecha
programada para la llegada de nuestro hijo mi madre comenzó a tener los avisos
de que el parto se aproximaba, previamente habíamos previsto todo. Así que
cuando inició su labor de parto me pidió que avisara a su médico que el momento
era inminente. Llame al doctor y me dio algunas indicaciones como que rasurara
el coñito de mi madre(bueno el no sabía que ella en realidad era mi madre) y
que cuando la "fuente" se rompiera nos trasladáramos hasta el
hospital donde seria recibido nuestro hijo.
Como toda mujer que
ya ha sido previamente madre, Marthita sabía con certeza los signos de que esto
ocurriría, entonces cuando su cuerpo le dio la señal con perentoria prisa me
dijo: -Pronto amor, el momento esta muy cerca y siento que la
"fuente" va a explotar; tiéndete de espaldas en el piso del baño y
abre bien la boca que quiero que te bebas el agua de "mi fuente",
recuerda que en ella se ha bañado nuestro hijo durante 9 largos meses, esta
lleno de él, es el producto de nuestro amor. – me tendí presuroso en el suelo,
mi madre retiro aprisa sus calzones y a horcajadas se monto en mi cara, su coño
ya lampiño quedó a la altura de mi boca abierta. Bajando su culazo deposito los
labios vaginales en los míos y anunció que tenia una contracción, su gran panza
se puso dura y un gesto que no puedo definir si fue de placer o de dolor, o aun
de ambas cosas se dibujó en la cara de mi madre. Los labios de su coño se
abrieron para dar paso a la salida de un líquido claro, calientito de un
extraño pero delicioso sabor el cual llego a mi boca. Era el agua de la
"fuente" de mi madre, la ansiada espera llegaba a su fin.
Me apresure a beber
el "agua de la fuente", no deje gota alguna la bebí completamente y
aun limpie con mi lengua todo el coño de mi madre. El doctor había recomendado
que se realizara un enema para evacuar los intestinos de Marthita, según el
Médico para evitar que durante el trabajo de parto ocurrieran
"accidentes" de escape de excrementos durante el trance de pujidos
naturales para la expulsión del bebe. Siguiendo al pie de la letra las
indicaciones emitidas procedí a dejar vacíos los intestinos de mi madre, solo
que no fue mediante un incomodo enema, no señor. No quería que nada
absolutamente nada dañara o incomodara a la madre de mi hijo, no señor, no lo
permitiría. Así que me dispuse a cumplir al pie de la letra las ordenes del
médico y extraje la caca del recto, pero lo hice ¡a pura lengua! Un par de
pujidos de Marthita ayudo a tan "ardua y fatigosa" labor. La mierda
salio trozo a trozo y todos y cada uno de ellos los trague.
Cuando nos
dirigíamos al hospital llevaba en el estómago casi un litro de "agua de la
fuente" y cerca de un cuarto de kilo de mierda de mi madre. Con estos
ricos manjares no requería de tomar alimento alguno de esta manera estaría
cerca de mi madre en todo momento para esperar "la llegada de la
cigüeña". Dos horas más tarde un potente y saludable llanto me anunciaba
que mi hermanito estaba en este mundo. Corrí presuroso a conocer a mi hijo,
luego de que fuera atendido debidamente lo tuve por primera vez entre mis
brazos, lo bese y llore de puro gusto ante la linda criatura. El parecido con
mi madre y conmigo mismo era indudable.
Un par de días
después mi madre y mi hermano, bueno también mi hijo abandonaron el nosocomio
con rumbo a nuestro hogar. Cada día ayudaba a mi madre a atender a nuestro hijo
y por supuesto que también atendía yo a mi mujer. El coño de mi madre echaba
restos de membranas y sangre que eran remanentes de la bolsa que protegió a mi
hijo, por la misma causa debía ser limpiado a conciencia todos los días,
temeroso nuevamente de dañar a mi mujercita ambos decidimos que la limpieza se
efectuara a pura lengua, así que 2 veces al día mamaba la rajita de Marthita y
tragaba todo los que de ahí salía, por cierto de un sabor incomparable y
exquisito.
Esta actividad nos
ponía cachondísimos a mi madre y a mi, pero sabíamos que no debíamos hacer
"cositas" el doctor había ordenado que "guardáramos la
cuarentena" lo que no impidió que mi madre se alimentara de cuando en
cuando con uno que otro trago de mi semen que según ella favorecía la producción
de leche de sus tetas en beneficio de mi hijo- hermano. Por mi parte debía
conformarme con las lamidas de coño que le daba y con tragarme los restos que
su útero expulsaba. Solo en un par de ocasiones me permitió que le endilgara la
verga por su ano con pretexto de que necesitaba un enema de leche pues se
encontraba " estreñida" , desde luego que posterior a la
"terapia" como buen asistente enfermero, ayudaba a mi madre a
expulsar el contenido de su recto. Mecos y mierda iban a parar hasta mi boca para
luego ser degustados por mi parte como un rico manjar.
Hoy se cumplen por
fin 40 días, la espera termino y el "castigo" ha sido levantado, mi
madre ya amantó a mi hijo y hasta yo alcancé un poco de la leche de sus pechos,
como mi angelito esta durmiendo como un bendito su abuela-madre y yo vamos a
reponer el tiempo perdido con un poco de suerte y otro tanto de semen de mis
huevos chance y hasta le fabricamos el hermanito.
Así queridos
lectores por ahora hasta aquí dejo mi relato porque ¡ESTA NOCHE CENA PANCHO!
SALUDOS DES DE
MÉXICO.
EL PREÑADOR FILIAL
Kynky
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